Las netiquetas o nettiquete son un conjunto de reglas que buscan regular el comportamiento de las personas en Internet para crear, entre todos, entornos seguros y respetuosos con las personas.

SPC, la marca española de electrónica de consumo, enumera una serie de recomendaciones tecnológicas para combatir el acoso en las redes para que los usuarios más jóvenes puedan disfrutar de la interacción en Internet con buenos hábitos de conducta.

Madrid, 27 de abril de 2023 – El acoso en las redes es un problema social de primer orden en el mundo digitalizado. Personas de todas las edades utilizan cada día Internet para trabajar, relacionarse, informarse o disfrutar de momentos de ocio. Y aunque está presente en todos los grupos de edad, el acoso en Internet afecta 7 de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de ciberacoso en España, según un estudio de la ONG internacional ‘Bullying Sin Fronteras’. Ya se dan este tipo de situaciones incluso en niños de corta de edad, entre los 8 y los 9 años, muchas veces procedentes de compañeros y amigos del colegio. En otros casos, el acoso viene por parte de desconocidos, que aprovechan el anonimato de internet y la vulnerabilidad de los más pequeños para atacarles.

 

SPC, la marca española de electrónica de consumo, enumera una serie de recomendaciones tecnológicas para reducir el acoso digital. Una de ellas es la educación, tanto para que sepan identificar cuándo están siendo víctimas de un abuso, como para que no sean ellos los que acosen a terceros.

 

En este sentido, el Día contra el Acoso Escolar, que se celebra cada 2 de mayo, busca poner el foco en las nuevas formas de bullying que sufren muchos niños y niñas, muchas de las cuales tienen los entornos digitales como epicentro. El objetivo es que los padres y la comunidad educativa conozcan las herramientas que tienen a su alcance los jóvenes para que puedan usar la tecnología sin perjudicarse ni perjudicar a terceros.

 

Y ahí entran en juego las netiquetas, un conjunto de reglas de conducta en la red que ganan adeptos y que, como recuerdan desde SPC, pueden marcar la diferencia en los próximos años:

 

1º.- ¿Qué son las netiquetas y por qué crean entornos digitales más seguros?

 

Las netiquetas, o nettiquete, son una serie de normas sociales digitales que buscan regular el comportamiento de las personas en Internet para crear, entre todos, entornos seguros y respetuosos. Estos buenos hábitos de conducta pueden contribuir a combatir el acoso digital, sobre todo si se enseñan a los usuarios más jóvenes, quienes, muchas veces, no saben distinguir comportamientos en el entorno digital que, a priori, consideran normales, pero que pueden ser perjudiciales para otras personas. En el mundo físico, sabemos qué cosas están bien y cuáles están mal. No se nos ocurriría hacer determinados comentarios y respetamos la privacidad de otras personas. Pero en el mundo virtual esta barrera se difumina y los límites no están tan claros. Parece que todo vale. Y no todo vale. Por este motivo, son necesarios nuevos códigos que ayuden a respetar a todos los usuarios en cualquier situación.

 

2º.- Principales “código de conducta” en Internet

 

Dado que Internet tiene sus propios códigos, las netiquetas ayudan a que el comportamiento de las personas en entornos digitales sea similar al del mundo real. Por ejemplo, se recomienda no utilizar mayúsculas al comunicarse por escrito, dado que se identifican con gritos, y se sugiere no utilizar el sarcasmo, dado que algunas palabras o frases podrían malinterpretarse, al no poder escuchar a nuestro interlocutor.

 

Otras netiquetas invitan a proteger la privacidad de terceros, no difundiendo mensajes o documentos que nos hayan enviado como parte de una conversación, así como no compartir información personal a través de las redes sociales. Los acosadores utilizan la información privada para fines malintencionados, tales como la suplantación de identidades en la red, el chantaje y extorsión mediante amenazas con publicar datos sensibles, o el acoso directo.

 

También hay netiquetas que apuestan por respetar el tiempo de los demás, no acribillándolos a mensajes a todas horas ni exigiendo que nos respondan al instante, y otras nos recomiendan utilizar fuentes verificadas a la hora de informarnos y de compartir esa información con otras personas.

 

3º.- Los adultos, además educar a los jóvenes, pueden gestionar su acceso a la tecnología

 

Además de educar sobre cómo interactuar con otros a través de Internet, existen herramientas digitales que gestionan el uso que hacen sus hijos de dispositivos y canales digitales. Por este motivo, existen dispositivos especialmente diseñados para niños, como tablets infantiles, que son compatibles con Google Family Link: una suite de herramientas digitales que permiten a los adultos gestionar los dispositivos de sus hijos, poniendo normas de uso, bloqueando contenidos que no son adecuados a su edad y protegiendo la seguridad y privacidad de los usuarios. Una herramienta extensible a otros gadgets de la marca, lo que permite que el dispositivo digital sea seguro en sí mismo.

 

4º.- La lucha contra el acoso digital es una tarea de todos

 

Como recuerdan desde SPC, para combatir el acoso escolar y digital no podemos cargar toda la responsabilidad en los niños y jóvenes, sino que los adultos tienen que trabajar junto a ellos para educarles en buenos valores de conducta. Si como adultos demonizamos la tecnología porque puede ser utilizada de forma negativa, estaremos enseñando a los niños que la tecnología es mala en sí misma y que ellos van a usarlas de forma incorrecta. Un error que hemos cometido durante años y que, al tratar de generaciones que son nativas digitales, han nacido con la tecnología smart presente en el día a día.

 

Los dispositivos digitales son herramientas que empoderan a las personas. Un ejemplo son los smartphones de gama de entrada básicos, sencillos de utilizar, pero potentes al mismo tiempo, y uno de los modelos favoritos de los padres como teléfono móvil de iniciación para sus hijos. Tienen todo lo que van a necesitar para empezar a relacionarse con sus amigos en canales digitales, como cámara o la posibilidad de instalar apps de mensajería y juegos; pero, al mismo tiempo, estos dispositivos deben ser supervisados por los adultos para que haya un proceso de aprendizaje de una herramienta tan poderosa como un smartphone.

 

En una sociedad digitalizada, la tecnología smart nos brinda un sinfín de posibilidades tanto a jóvenes como adultos. Por eso, es imprescindible que sepamos utilizar con responsabilidad estas herramientas, algo que promovemos de forma activa desde SPC, para que todos los usuarios se encuentren seguros utilizando la tecnología.

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